Llevo aproximadamente dos años comprando con frecuencia en la Comercial Mexicana de la Zona Azul de Satélite y aunque a veces son medio sonsos para atenderte, en general nunca me habían hecho enojar tanto como ayer.

Necesitaba comprar unas gotas para los ojos, así que fui a la farmacia de La Comer, mis gotas eran algo costosas así que decidí comprarlas ahí porque te bonifican el 10% del costo de medicinas en tu «monedero naranja» y yo suelo ser el tipo de personas que busca esas promociones.

Llego a la farmacia, pido las gotas y me formo en la caja de ese departamento. Como siempre no tenían cambio en la caja, no me explico por qué nunca tienen cambio si de las enemil veces que he ido a comprar medicinas ese departamento es muy visitado, deberían proveerles del dinero necesario para que puedan dar cambio.

El cajero se fue a cambiar el billete de una de las personas que estaba antes de mi en la fila, así que esperamos unos minutos mientras regresaba pero el tiempo pasaba y el cajero ni sus luces. Como no te dejan llevarte las medicinas a pagar en las cajas normales, ahí estábamos todos bien pacientes.

La encargada de la farmacia al ver que el cajero tardaba mucho nos mandó a pagar en la caja del departamento de perfumería y cosméticos, que está como a 10 o 15 pasos de ahí.

Tenía un compromiso y no podía perder más tiempo así que sinceramente corrí para ganarles a los demás ya que yo sólo llevaba una miserable cajita y las demás personas llevában cajas y cajas de medicamentos.

Llego a la caja de perfumería y el cajero me ve con una cara rara como diciendo «eso no te lo voy a cobrar aquí» entonces le dije «nos mandaron a pagar acá». Yo iba a pagar con un billete de 500 y ya lo traía en la mano junto con la caja de las gotas. Él al ver mi billete me dice «no tengo cambio», pero con una actitud como de «y hazle como puedas».

Pude haber pagado con tarjeta y evitarme el resto del numerito, pero si se supone que te están dando un servicio y que estás haciendo una compra con un medio de pago universal, es el colmo que te digan «no tengo cambio» y te dejen ahí sin ofrecerte alguna forma de solucionar el asunto.

Después de decir eso me ignoró totalmente y vio a la siguiente persona en la fila, me hice a un lado pero no me fui de ahí y le dije «So?» y me vuelve a mirar como diciendo «creí que ya te habías ido». Necesitaba con urgencia las gotas así que no iba a dejarlas ahí para ir a buscarlas a otro lugar, así que le dije «estas gotas cuestan más de 250 pesos, supongo que sí te alcanza con lo que tienes para darme cambio» Y sacó el cajón de la caja registradora para enseñarme los billetes y me dijo «no, no alcanza».

Ya ni me fijé bien cuánto tenía en su caja, porque para ese entonces ya me estaba estresando la situación, pero recuerdo haber visto varios billetes de 50 y de 20, supongo que con eso completaba mi cambio, además es su obligación ir a cambiar como lo hizo el de la caja de la farmacia, quien para ese entonces todavía no regresaba a su lugar.

Me volvió a dejar ahi y le dije «bueno, entonces ofréceme una solución ¿o no piensas hacer nada?». Después de tomarse otros minutos para pensar y enojado (como si yo tuviera la culpa de sus males) me dio una ficha con un número y dijo que mandaría a alguien a dejar mis gotas en alguna caja de las de afuera y que ahí podía pagarlas.

La persona que llevó mis gotas era una demostradora de Bimbo, que no me explico qué hacía en el área de perfumería. Amablemente me acompañó y como que me hizo la plática para que se me bajara el coraje, dijo que qué caras son mis gotas y terminamos platicando acerca de mi operación de los ojos.

Ya en la caja en la que me iban a cobrar, después de unos 20 o 30 minutos perdidos, me atendió uno de los cajeros más amables de ahí, él ya lleva tiempo laborando en La Comer y es de los que mejor hacen su trabajo. Ahí se nota una marcada diferencia entre alguien a quien sí le gusta lo que hace y alguien a quien no.

Pensaba todavía tomarme el tiempo de ir a quejarme con algún supervisor, pero tenía una cita a las 2:00 pm y por el relajito de las gotas ya era muy tarde como para pasarme un rato más en eso.

Al final, el único mensaje que quiero transmitir es que hay personas que no deberían prestar servicios al cliente porque si nos tratan de esa manera se quitan las ganas de regresar a comprar y el negocio pierde ventas. La atención al cliente es muy importante, lástima que no a todos les queda claro.

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Fuente de la imagen: http://farm3.static.flickr.com/2403/1609957886_b22b69433e.jpg