Comúnmente escuchamos el término de coeficiente intelectual y coeficiente emocional. Últimamente he pensado que si existe una inteligencia emocional e intelectual también debe existir una inteligencia tuitera, o una inteligencia social (por llamarle de algún modo) si nos refiriéramos a todas las redes sociales.

¿A qué me refiero?… A esa inteligencia que debería tener el ser humano para saber lo que debe y lo que no debe publicar en sus redes sociales.

Cuántas y cuántas personas se han metido en broncas por lo que tuitean y/o feisbukean. Pero bueno, me basaré más en twitter.

Hay todo tipo de casos; he aquí unos ejemplos de cosas que no debieron haber sido tuiteadas porque le ocasionaron una bronca al que se atrevió a mandar el tweet.

1.- Mentadas  laborales.
Mentarle la madre a un cliente, tu jefe, tu compañero de trabajo te puede traer problemas y vaya que ya lo he vivido.

¡No! Yo no fui la que tuiteó mentadas pero ya me la han mentado a mi y fue todo un show en la oficina.
Tengan cuidado con eso. Nunca saben quién los puede estar leyendo, como en mi caso, leí la mentada y no tomé cartas en el asunto, pero mis jefes también la leyeron y se puso ruda la cosa.

He sabido de casos en los que la gente ha perdido su trabajo porque se ha quejado de su jefe o de empresas (agencias) que han perdido clientes porque un empleado tuiteó cosas como: «el cliente tal es tan idiota que no sabe ni lo que es un jpg».

2.- Amoríos, infidelidades y cualquier tema del corazón.
Sí, esto también puede ser un tema peligroso. A veces las parejas cortan sólo por lo que leyeron en uno o varios tweets. Quizá digan que qué infantiles los que lo hacen pero las historias son muchas y en verdad el twitter puede romper corazones.

3.- Tu ubicación
¡Bueno, qué clase de trauma tiene la gente que todo el tiempo publica dónde está!!!!!!

Tengan cuidado. Algunos ligan su twitter al foursquare y cada 5 minutos están tuiteando todo su trayecto: 1 ) Micro de Tlalnepantla al Rosario, 2) Metro Camarones, 3)Micro a Guerrero, 4)Micro a Chapultepec, 5)Micro a la Del Valle, 6) Llegando a la oficina 7)Cafecito en la terraza de la oficina… etc.

Ok, comprendo que les guste compartir lo que hacen, pero recomendaría que sólo se lo digan a la gente que conocen en la vida real. Se exponen mucho al estar tuiteando eso abiertamente, ustedes saben que el rollo de la inseguridad en México está muy fuerte así que eso de estar avisando cada minuto dónde estás puede ser peligroso. Recuerden que hay casos en que los secuestradores son incluso gente cercana a la familia así que mejor sáltense una que otra ubicación de vez en cuando.

¿Qué otros ejemplos existen? ¡Seguro muchísimos! Pero por ahora dejemos sólo esos.

Al final quiero recalcar que cada quien es libre de tuitear lo que se le pegue la gana pero en verdad sean inteligentes para que twitter no se convierta en su peor enemigo ocasionándoles broncas por todo lo que escriben.