No puedo imaginarme la vida actualmente sin logotipos, slogans, marcas, desde el momento en que despertamos por las mañanas estamos en contacto con ellas y cuando vamos a cerrar los ojos en la noche para dormir ahí siguen presentes, y como dice un famoso slogan “En la casa, en el taller y en la oficina…” pero no sólo en esos lugares, están sino también en la calle, en los restaurantes, en los cines, en los antros, etc; la lista es interminable. ¡Y qué puedo decir de nuestras casas? Sin duda están llenas de chatarra inservible que muchas veces compramos sin siquiera saber por qué, y es que la mercadotecnia ha hecho un trabajo muy bueno al crearnos necesidades para que compremos sus marcas; por ejemplo la pasta de dientes que hoy todo mundo considera un producto necesario en indispensable para la vida sin embargo ¿apoco nuestros abuelos o bisabuelos conocían la pasta de dientes? Y sin embargo tenían unos dientes blancos y les duraban muchos años sin caries, pero también hay que decir que ellos no conocían la coca-cola y toda la comida chatarra y cargada de azúcares que dañan nuestra placa dental, pero si sabemos que nos hacen daño ¿por qué las compramos? Pues porque como nos dice el libro de La era de las Marcas Depredadoras las empresas se la viven compitiendo para ganar más clientes e incluso hasta nos dan un recio muy bajo para que podamos consumir sus productos que en realidad no son de buena calidad pero muchas veces ni nos damos cuenta porque nos dejamos envolver por la publicidad tan vistosa que nos presentan o por un empaque metálico muy bonito y llamativo, etc. En el libro se nos plantea una “teoría de las compensaciones” la cual propone destacar ante el consumidor beneficios significativos identificables en los atributos del producto o servicio, pues como ya dije muchas marcas bajan sus precios para que los consuma el cliente pero el producto es de mala calidad, de modo que aquí se propone hacer productos buenos y que se le muestre a la gente los atributos que éste tiene para que las personas lo compren pero por los beneficios que van a obtener y no por un precio bajo o una empaque bonito. Las marcas se encargan de modificar nuestra vida, tal es así que en libro se presenta también la idea de que una marca tendrá éxito si logra involucrarse emocionalmente con el cliente, por ejemplo el clásico recuerdo de que como nuestro primer novio (a) nos regaló “kisses de herseys” en una ocasión muy especial, por el simple recuerdo nosotros compramos los kisses o cuando una canción nos recuerda nuestra primera cita o nuestro primer beso y compramos el disco sólo porque nos trae recuerdos lindos. Así son las marcas de mañosas, en sus comerciales te ponen imágenes que te hacen identificarte con el personaje sel spot y con el producto porque te hacen recordar cierta vivencia y terminas comprando su marca. En mi opinión es de cierto modo peligroso que compremos todo lo que vemos porque muchas veces nos hacemos daño a nosotros mismos adquiriendo productos que creemos que necesitamos. Otro ejemplo de todo lo ya mencionado son los famoso celulares, antes sólo los ejecutivos traían uno que por cierto era como ladrillo y el que lo tenía poseía cierto status, hoy en día hasta los niños traen celulares, y ya no son gigantes sino que ahora mientras más pequeño, mejor; los hay de colores, de diferentes formas, de diferentes materiales, los que son para chavos, lo que son para deportistas, lo que son para niños; etc. Y aquí entra la relación de las marcas con la sociología, de cómo el comportamiento humano ha cambiado a partir de todos estos productos, porque entes ni quién se imaginaba traer todo el día un teléfono pegado al cuerpo sin embargo en la actualidad no traer el celular es como si no trajera una mano, un ojo o un pie, porque ya ha dejado de ser para nosotros un producto sino que se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. El libro sin duda por su contenido resulta muy útil para los mercadólogos, pero también para nosotros los comunicólogos especialmente aquellos que nos queremos dedicar a la publicidad porque nos permite conocer acerca del comportamiento de la gente y de las influencias que tienen las marcas en éste aspecto. Yo creo que toda esta dependencia que tenemos de las marcas en ocasiones es buena y en otras es mala; buena porque a final de cuentas solos capitalistas y necesitamos consumir para que la economía del país no se detenga, y mala porque a veces compramos cosas inútiles, sin embargo yo opino que efectivamente las marcas deberían de preocuparse por hacer productos de calidad para competir dignamente en el mercado. También nos habla el libro de cómo la tecnología que avanza rápidamente y que aumenta nuestra esperanza de vida, les genera problemas a las empresas tanto laborales como financieros, como el retiro laboral a temprana edad que les resulta muy costoso. Y a esto le encuentro mucha relación con el problema en México de los pensionados y jubilados que cada vez hay más y las personas que laboran y que tiene que absorber esos gastos son menos y que como somos una sociedad joven y las parejas actuales están teniendo en promedio 2 hijos por familia, cuando todos los que ahora somos jóvenes seamos viejos y necesitemos la pensión habrá muy pocos jóvenes (nuestros hijos) laborando para mantenernos. En mi opinión el libro de “La era de las marcas depredadoras” es muy completo porque abarca varias perspectivas acerca de un mismo tema, la perspectiva sociológica, la económica (macro y micro) en incluso la política porque todo va relacionado. Es un libro que trata temas de actualidad con una visión futurista, clásica de nuestra materia de prospectiva (la visión educada del futuro) donde podemos saber como serán nuestras vidas en un par de años y qué podemos hacer para modificar ese futuro, que no deja de ser incierto.