A pesar de que en ocasiones el trabajo de agencia puede tornarse pesado y estresante, también tenemos nuestros momentos chistosos y divertidos, por ejemplo, esto.

La semana pasada alguien extravió un tupper en la oficina y he ahí el punto de partida para esta divertida historia.

Nos llega a todos un mail titulado «Toperessss» que decía:

Amigos,

El día de ayer traje un tupper pequeño, él cual lo deje en el escurridor de toperessss, pero en la tarde ya no estaba, de casualidad alguien se lo llevo por error o lo vio paseando por los rincones de la ksa?? Ya que mi señora madre me los cobra como nuevos.

Anexo foto de un hermano gemelo de mi tupper, el color lo desconozco pero puede ser amarillo, lila, morado, azul, verde, negro, blanco, beige, azul marino, azul cielo, naranja, ahhh no me acuerdo.

Tmb no han visto 2 copas como en las que sirven las gelatinas en el Vip’s????

Gracias, si les da pena decirme, si kieren apago la luz de la cocina y lo dejan en un lugar visible así nadie sabrá.

Atte. Un hijo regañado por su madre… no la de ustedes, la mía.

 

Accidentalmente yo fui quien se había llevado el tupper en cuestión, pero en mi lugar respondió alguien más con lo siguiente:

Lo hemos encontrado! Pedimos rescate.

Y se nos ocurrió enviar una foto del tupper secuestrado con otro mensaje:

Lo tenemos secuestrado. No intentes nada o le mochamos la tapita y lo embarramos de mole! Ahí va una foto amordazado y amenazado. Espera nuestras instrucciones.

Yo estaba muerta de la risa, la mordaza y los ojitos fueron mega improvisados porque estábamos comiendo en el jardín, pero bueno, la cosa no quedó aquí, después de la comida recibimos el siguiente mensaje:

Estamos en la misma mafia, mis muchachos el Mascarita y Tony el Canibal, andaban en la calle y me trajeron un negocio equivocado, creo es parte de su familia, por error tomamos diferentes personas, ustedes un integrante de mi familia y yo ya tengo uno de la suya, porque no fijamos horario y lugar para hacer el intercambio, nada de trucos, sino ustedes verán la tapita en una bolsa cerk del pasillo…  les envío foto de su amigo, no se preocupen está en buenas manos y mis muchachos lo cuidan muy bien…

 

Cambio de planes, ahora esperen mi llamada…

Jajajaja y bueno, obvio la foto de los gorilas fue lo que terminó por matarnos de risa a todos en la agencia. Sin duda el pequeño incidente terminó haciéndonos el día y reí tanto que decidí compartirlo con ustedes.

Al final el tupper fue devuelto aunque seguimos teniendo las tapitas equivocadas, pero como decía la nana Goya «esa es otra historia».