En realidad el corto se llama «Sueños» a secas.
Día a día nos encontramos en el transporte público a cientos de vendedores y gente que pide dinero, el que vende dulce,s chicles, paletas, el que vende rosarios o estampitas de santos, el que vende cuentos infantiles, lamparas, cd’s piratas, los más modernos venden hasta cursos de inglés, pero qué tal si te encontraras con este vendero que no lleva algo tangible.
El vendedor de sueños te puede cambiar la vida, ¿Si te lo encuentras, le comprarías un sueño?